Artista versus fan. ¿Artista vs fan?
Artista versus fan. ¿Artista vs fan?
La relación entre los artistas y sus fans son una de las mas curiosas, mágicas y trascendentales que existen. ¿Que es lo que la hace tan significativa y por que es necesaria?
“I hold up a hand and salute them, and they scream back at me. That´s how we comunicate.”
- I was born for this. Alice Oseman.
Hace un tiempito leí un libro llamado I was born for this que me hizo pensar mucho sobre la relación artista-fan. Es un libro quimérico. Como protagonistas tenemos a Jim, cantante y guitarrista de una banda inglesa mega conocida llamada The Ark, y a Angel, fan de la banda que decide viajar a Londres un fin de semana para ir a su concierto y conocer a su amiga virtual. El libro es fantástico, como cada obra de Alice contiene: representación real LGTB+ y étnica, salud mental, problemáticas “adolescentes” y personajes super interesantes
Esta narrado desde el punto de vista de ambos, lo cual lo vuelve mas interesante ya que leemos de primera mano lo que siente el artista y la fan. Es mi mayor inspiración para este numero y un libro que realmente te recomiendo, siempre y cuidando tengas en cuenta que toca la ansiedad de una forma muy cruda.
El apetito por una figura artística, familiar o deportiva a la cual admirar, ya sea por sus capacidades o como persona, nace de la necesidad de creer en algo. Creer en algo nos da un motivo para continuar, para desarrollarnos, nos da esperanza, una luz cuando todo se vuelve lúgubre. ¿Por que recurrimos a una personalidad externa y no a una misma para no dejar ir la motivación? Siempre fue y será mas sencillo depositar nuestra confianza en otros, es menos trabajo también, porque no somos parte del caso y resulta mas fácil confiar en la fortaleza de un otro. A pesar de los miedos o de tener una confianza propia admirables, el recurrir a otros en diversas formas es algo natural. Todas necesitamos creer en algo o alguien porque eso muchas veces nos salva la vida, incluso los artistas son fans de alguien. Creer y confiar es sano, es necesario para sobrevivir.
Esto esta muy bien, es lindo pero, ¿cuando se vuelve un problema? Cuando endiosamos a esta figura. Al depositar todas nuestras esperanzas y confianza en esta persona, muchas la convertimos en un ser todo poderoso que no puede fallar en nada y fue creado a nuestra semejanza. En realidad, es la imagen que creamos de ellos porque nos es útil lo que fabricamos, no la persona en si. Bajo estos aspectos imaginarios, todo lo que hace y dice el artista es ley, y cada error que comete es una invención de los medios masivos. Colocarles adjetivos con gloria a un humano promedio es un recurso de nuestra propia mente para escapar a través del artista y cegarse de ciertos aspectos de la sociedad. Comprar el personaje que nos venden, es aceptable, todas creamos interpretaciones al presentarnos a otros, son creados para enfrentarse o protegerse del mundo; donde nosotras debemos prestar atención es en no convertir a ese personaje en la realidad de la persona que lo interpreta ni darle características que no son propias.
Contrario y a la vez acompañado a este concepto, esta uno creado por las masas que dice “el artista le debe todo a su publico” y gracias a él se cae en la equivocación de creer que por eso el fan esta exento de todo pecado y el artista tiene que aceptar que invadan su privacidad. Gran error y un poco egoísta. El artista puede existir por si mismo sin la necesidad de ser reconocido, no son los seguidores los que los convierten en profesional, sino su actitud ante la vida en relación con su profesión; el fan solo puede ser si existe algo o alguien que le da lugar a serlo. La frase “el artista le debe todo a su publico” se reduce solamente al reconocimiento, cuando miles de grandes artistas murieron en las sombras; Vang Gogh es uno de los tantos que persiguió la identificación publica y solo la consiguió desde su tumba, nadie puede decir que no era un artista en sus años de actividad. A pesar de este comentario reductor, ni siquiera a los profesionales con mas visibilidad se les puede faltar el respecto, por ejemplo metiéndose en sus casas o invadiendo su vida privada.
Tanto el artista como el fan se retroalimentan en su papel. El reconocimiento es un trabajo mutuo entre el fan y el artista, en eso estoy de acuerdo, pero se supone que no se debe faltar el respeto a quien ama y un admirador suele querer a la figura que sigue. Es en ese momento donde el fan se vuelve obsesivo y no valorativo como debe ser.
Parece que critico mucho esta relación, pero la verdad es que me parece muy mágica. Soy y fui fan de muchas cosas y personas. La interacción fan-artista se basa en acuerdos casi tácitos, el profesional hace algo y el seguidor responde con su apoyo incondicional, este agradece el apoyo al punto de emocionarse y a los largo de los años este intercambio los vuelve familia, una crew. La relación con el artista es única, es cuestionable como pueden sus acciones llegar a cambiar nuestro estado de animo, pero es super interesante, no hay que pensarlo negativamente. Admirar a la vez te permite marcar un objetivo, “quiero llegar a donde ella llego, nuestras historias son parecidas, eso significa que puedo lograrlo”. Es a través de los autores es que se arman clubes de fans y las personas encuentran a otras igual a ellas con las cuales ser su verdadera versión y sentirse acompañada. Recuerdo cuando empecé a ir a las ferias de anime acompañando a mi hermanastra que me quede fascinada, los prejuiciosamente llamados otakus son un grupo muy molestado y discriminado y en ese espacio los vi mas felices y libres que nunca, fue hermoso.
Creer en alguien es necesario, te salva.
La clave es no irse a los extremos y respetar los limites naturales, es posible admirar sin endiosar.
Nunca permitas que nadie te juzgue por tu fanatismo, cada persona sigue a alguien. Quien diga lo contrario, miente.
El artista permite la creación de club de fans, un lugar para conocer a iguales y sentirse como en casa.
Hola! Nos volvemos a encontrar otra semana mas. Espero que estes muy bien.
Actualizaciones de mi vida: sigo leyendo Lady Midnight, empecé otro libro demasiado bueno sobre mujeres que estuvieron con otras mujeres antes del siglo XXI, termine She-ra (2018), que buena seria por favor; y tengo planeado muchos museos a los cuales visitar y compartir por mi canal de YouTube.
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Nos vemos en quince días.